lunes, 22 de octubre de 2012

Truco de magia: La cuchara que levita

Hoy os traigo otro truco de magia de esos que te dejan completamente desorientado, de esos que hacen que te bailen los ojos en las órbitas. Si no os lo creéis, aquí tenéis un par de ejemplos de personas a las que les hice el truco:

En esta ocasión haréis que levite una cuchara usando "solamente" una servilleta de tela. Para hacerlo necesitáis:

- Una cuchara de postre
- Un tenedor
- Una servilleta

Coged el tenedor, con mucho cuidado de no pincharos, y sujetad el mango de la cuchara entre los dientes del tenedor. Doblad la servilleta por la mitad e introducid los cubiertos dentro, sujetando el mango del tenedor con dos dedos colocados en una esquina de la servilleta doblada.

Ahora, pedidle a alguien que meta una cuchara de postre en la servilleta. Para ello, sujétala con las dos manos de manera que la parte de los bordes de la servilleta quede hacia arriba, como si fuera un bolso. El truco consiste en hacer subir un poco el tenedor para que sobresalga la cuchara por encima del borde de la servilleta. Para darle mayor "dramatismo" a la escena, decidle a vuestro público que vais a hacer levitar su cuchara con la mente: concentraros mucho y subid poco a poco el tenedor.

Para que lo entendáis mejor, fijaros en estas instrucciones:







viernes, 5 de octubre de 2012

Se acerca Halloween

Dentro de nada estaremos en Halloween y yo, como todos los años, pienso disfrazarme y salir a pedir caramelos y bombones por Segovia.

A mí me gusta, sobre todo, vestirme de momia porque además de ser económico, da muchísimo miedo. Aún así, os voy a enseñar a fabricar un disfraz de espantapájaros con el que aterrorizaréis a cualquiera.

Sólo necesitarás dos sacos de los de patatas (los puedes pedir en un mercado o comprarlos en una ferretería), una camiseta vieja, un sombrero, una escoba y una camiseta negra.

Lo primero es hacer tres agujeros en uno de los sacos para que puedas meter la cabeza y los brazos. Luego, con el otro saco, debes hacer un agujero grande en la parte de abajo (la que está cerrada) para poder sacar las piernas. Si puedes, pídele a tu madre o a tu padre que en lugar de eso, te lo cosa como si fueran unos pantalones.


Un saco como el que necesitas.

Ahora, coge la camiseta vieja y rómpela en varios trozos desiguales que irás cosiendo, o grapando, en los sacos. Donde tú quieras.

Ya tienes el disfraz preparado. Ponte la camiseta negra y colócate el saco por encima. Luego la parte de abajo. Ponte el sombrero y coge la escoba. Ya estás listo para asustar.

Si lo has hecho bien, debes de tener, más o menos, esta pinta: