sábado, 21 de julio de 2012

Unos cuantos chistes

El otro día me fui con Ruedas a dar un paseo (llegué a casa agotado, porque como ella va en silla de ruedas, corre que se las pela...), y por el camino fuimos contando unos cuantos chistes. No me acuerdo de todos, pero os dejo aquí los que aún recuerdo. Por cierto, si os sabéis alguno, escribídmelo en los comentarios.

- Papá, papá, ¿por qué no me llevas al circo?
- De eso nada hijo, el que quiera verte que venga a casa.

- Profe, ¿verdad que no se puede castigar a alguien por una cosa que no ha hecho?
- Claro que no, Luis. Eso estaría muy mal.
- Perfecto, porque no he hecho los deberes.

- Mamá, en el colegio me ignora todo el mundo.
- Perdona hijo, ¿qué decías, que no estaba escuchando?

Una señora va a la pescadería y le dice al pescadero:
- Buenos días, quería un kilo de bonito.
- Mire usted, aquí vendemos pescado, no hacemos milagros.

¿Cuál es el colmo de un jardinero? Tener una hija que se llame Margarita y le dejen plantada.

Era un niño tan pequeño, tan pequeño, tan pequeño que la cabeza le olía a pies.

En un restaurante, un cliente le dice a un camarero:
- Buenos días, quería una tortilla.
A lo que el camarero responde:
- Francesa o española.
Y el cliente le dice:
- Me da igual, no voy a hablar con ella.


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